No asuman que los colores de Argentina son los mismos de nuestra bandera.

Desencajan. Unos, los de la bandera, y otros, los del país.

Pero blanco y celeste (como colores de representación) son muy blandos, delicados, lindos e inocentes para poder ser acusados, o incluso también son débiles para poseer la capacidad de tomar o defender una acusación.

Es irrelevante el color de la bandera, o de los símbolos de representación, siempre que podamos distinguir cuales son nuestros colores.